LA CABRA BERMEYA EN LA PREVENCIÓN DE INCENDIOS FORESTALES
Una desbrozadora todo terreno que no precisa ni batería ni gasolina, ecológica, que no contamina ni genera ruidos y que puede trabajar 19 horas al día todos los días del año. No es la última novedad de Stihl, Bosch o Husquarba... es un recurso que tenemos desde hace milenios: la cabra.
Con esta idea nació la empresa Cabrazadora en
Cambados en el 2019. La exigencia cada vez mayor por parte de la
Administración de tener limpio el monte para evitar riesgos de incendios es un
factor que, en opinión de los jóvenes emprendedores, puede jugar a su favor a
la hora de conseguir clientes. “Una máquina te cobra 1.200 euros por hectárea y
con nosotros, gracias a las subvenciones, puede salir en 150 euros”. Además son
más eficaces “las máquinas cortan la hierba, pero las cabras arrancan la raíz y
hacen que la planta se debilite. Además, ellas llegan a todas partes”.
Las Comunidades de Montes de Lerez (Pontevedra)
también lo ven como una fórmula económica y eficaz de limpiar
los terrenos forestales para prevenir incendios. Son conscientes
de que allí donde hay cabras pastando (que también pueden ser ovejas o vacas)
el monte está limpio y se reducen los incendios. Arbustos, silvas o incluso una
especie invasora como la acacia: el apetito de las cabras está a prueba de ramas
y espinas. Cada cabra es capaz de ingerir entre 1,5 y 2,5 kilos de materia
vegetal seca cada día más otros 500 gramos de brotes de matorral y hojas.
A nosotros nos parece una iniciativa muy interesante, y que aquí en Asturias de todas las especies de cabras que existen, se podría utilizar la cabra bermeya, que es una raza autóctona que esta en peligro de extinción y podría ser una forma de fomentar su cría.
La Cabra Bermeya
La cabra Bermeya se describió como uno de los biotipos diferenciados de la Agrupación Serrana de la Cornisa Cantábrica. Su origen es incierto, pero presenta claras similitudes morfológicas con hembras de la variedad Costeña de la cabra Malagueña y con animales de raza retinta Extremeña. Asimismo, presenta parecido con las razas caprinas portuguesas Charnequeira y Bravía. En Asturias hay dos tipos de cabra bermeya que sólo se diferencian por su tamaño: las del occidente de Asturias son algo más pequeñas que las del oriente.
Una capa rojiza espectacular sin un pelo blanco
es la principal característica de esta emblemática cabra. Hasta ahora era
muy difícil verla fuera de las altas cumbres asturianas, pues sólo hay 3.000
ejemplares reproductores. ¿Por qué en Asturias hay más de 50.000 cabras pintas,
mixtas y de otras razas, pero sólo 3.000 bermeyas, que dan una mejor
producción, tanto de leche como de carne, que los ejemplares de otras razas?.
Ello se debe a que el principal problema es que te las matan los lobos y no son animales baratos, unos 150 euros por una cabra adulta,
alrededor de 110 por cada cabrito y, con suerte, algo más de 200 por un buen
macho.